George Friedrich Händel nació en la ciudad alemana de Halle en 1685; a la edad de 27, años se estableció definitivamente en Inglaterra, donde moriría en 1759.
Fue en el año 1741, a la edad de 56 años, que recibió un encargo por parte de la Charitable Musical Society de Dublín, que terminaría convirtiéndose en El Mesías —o Messiah, en inglés—, un oratorio dividido en tres partes: la primera, sobre el nacimiento de Jesús; la segunda alude a su pasión, muerte, resurrección y ascensión —al final de ésta se interpreta el “Aleluya”—, y la tercera, dedicada a la resurrección de los muertos y la vida en el mundo futuro.
Dicha obra majestuosa se estrenó en Dublín un Viernes Santo, el 13 de abril de 1742, pues originalmente la obra se concibió para ser interpretada durante la Pascua. Tras su éxito en la capital irlandesa, la obra se presentó en Londres al año siguiente.
Cuenta la leyenda que cuando Georg Friedrich Händel presentó su oratorio “El Mesías” en el Covent Garden de Londres, el 23 de marzo de 1743, el rey Jorge II estaba presente, y en el momento más solemne de la pieza, que se convertiría en el más famoso, el “Aleluya”, se levantó de su asiento. El protocolo marca que, cuando el rey está levantado, nadie puede estar sentado, y por tanto, todo el teatro se puso de pie. Nadie sabe si Jorge II dejó su butaca porque le emocionó la pieza, o porque creyó que era un himno militar, pero, desde entonces, y siempre que “El Mesías” se representa en la ciudad del Támesis, todo el teatro se pone en pie en ese momento.